Este fué un artículo, que recibí por facebook, me hizo llorar y decidí que mi blog, se dedicaría a hacernos ver a nosotros los Padres que, algunas veces, con nuestra injusta actitud, estamos haciéndo daño directamente a los seres que más queremos.
Este artículo es por lo tanto el precursor de SER MAMÁ Y DEL SEXO MASCULINO, TAMPOCO ES FÁCIL
No sé quién fué el autor, pero desde aquí, sólo puedo agradecerle ese momento de inspiración, que para nosotros a supuesto un gran paso hacía adelante.
CARTA A UN HIJO
Te regañé porque estabas tardando demasiado en desayunar, te grité porque no parabas de jugar con los cubiertos y te reprendí porque masticabas con la boca abierta.
Comenzaste a refunfuñar y entonces derramaste la leche sobre tu ropa. Furioso te levanté por el cabello y te empujé violentamente para que fueras a cambiarte de inmediato.
Comenzaste a refunfuñar y entonces derramaste la leche sobre tu ropa. Furioso te levanté por el cabello y te empujé violentamente para que fueras a cambiarte de inmediato.
Camino a la escuela no hablaste. Sentado en el asiento del auto llevabas la mirada perdida. Te despediste de mí tímidamente y yo sólo te advertí que no te portaras mal.
Por la tarde, cuando regresé a casa después de un día de mucho trabajo, te encontré jugando en el jardín. Llevabas puestos tus pantalones nuevos y estabas sucio y mojado.
Frente a tus amiguitos te dije que debías cuidar la ropa y los zapatos; que parecía no interesarte mucho el sacrificio de tus padres para vestirte. Te hice entrar a la casa para que te cambiaras de ropa y mientras marchabas delante de mi te indiqué que caminaras erguido.
Más tarde continuaste haciendo ruido y corriendo por toda la casa.
A la hora de cenar arrojé la servilleta sobre la mesa y me puse de pie furioso porque no parabas de jugar. Con un golpe sobre la mesa grité que no soportaba más ese escándalo y subí a mi cuarto.
A la hora de cenar arrojé la servilleta sobre la mesa y me puse de pie furioso porque no parabas de jugar. Con un golpe sobre la mesa grité que no soportaba más ese escándalo y subí a mi cuarto.
Al poco rato mi ira comenzó a apagarse.
Me di cuenta de que había exagerado mi postura y tuve el deseo de bajar para darte una caricia, pero no pude. ¿Cómo podía un padre, después de hacer tal escena de indignación, mostrarse sumiso y arrepentido?
Luego escuché unos golpecitos en la puerta. 'Adelante' dije, adivinando que eras tú. Abriste muy despacio y te detuviste indeciso en el umbral de la habitación.
Te miré con seriedad y pregunté: ¿Te vas a dormir? ... ¿vienes a despedirte?
No contestaste. Caminaste lentamente con tus pequeños pasitos y sin que me lo esperara, aceleraste tu andar para echarte en mis brazos cariñosamente.
Te abracé y con un nudo en la garganta percibí la ligereza de tu delgado cuerpecito.
Tus manitas rodearon fuertemente mi cuello y me diste un beso suavemente en la mejilla.
Sentí que mi alma se quebrantaba.
Tus manitas rodearon fuertemente mi cuello y me diste un beso suavemente en la mejilla.
Sentí que mi alma se quebrantaba.
'Hasta mañana papi me dijiste.
¿Qué es lo que estaba haciendo?
¿Por qué me desesperaba tan fácilmente?
Me había acostumbrado a tratarte como a una persona adulta, a exigirte como si fueras igual a mí y ciertamente no eras igual.
Tu tenias unas cualidades de las que yo carecía: eras legítimo, puro, bueno y sobretodo, sabias demostrar amor.
¿Por qué me costaba tanto trabajo?,
¿Por qué tenía el hábito de estar siempre enojado?
¿Qué es lo que me estaba aburriendo?
Yo también fui niño.
¿Cuándo fue que comencé a contaminarme?
Después de un rato entré a tu habitación y encendí con cuidado una lámpara.
Dormías profundamente.
Tu hermoso rostro estaba ruborizado, tu boca entreabierta, tu frente húmeda, tu aspecto indefenso como el de un bebé.
Me incliné para rozar con mis labios tu mejilla, respiré tu aroma limpio y dulce.
No pude contener el sollozo y cerré los ojos.
Una de mis lágrimas cayó en tu piel. No te inmutaste.
Me puse de rodillas y te pedí perdón en silencio.
Te cubrí cuidadosamente con las cobijas y salí de la habitación........
…algún día sabrás que los padres no somos perfectos, pero sobre todo, ojala te des cuenta de que, pese a todos mis errores, te amo más que a mi vida.
Antes de irme de nuevo a Guinea deseaba dejarte este pequeño mensaje
Jope tío, le quitas las ganas de ser Padre a cualquiera.
ResponderEliminarAlberto, cuándo leí la carta me pareció que yo la podía haber escrito. Lo mejor que me ha pasado es este 5º hijo, lo peor no haber aprovechado con mis anteriores hijos la oportunidad que tuve. Y SÍ, en un comentario que me has hecho en un artículo anterior, me decías que debía de separar por especialidades este blog, pues voy a sacar una página en Facebook o otro Blog con el nombre de ests etiqueta. Gracias
EliminarGuille, es martes... se me han saltado las lágrimas, esto pónlo los lunes o los Viernes, ahora toda la semana deseando que sea el Viernes para estar con mi Hijo.
ResponderEliminarbesos Isa
pues preparaté para el Jueves que va otro genial. El tema este es muy bueno.
EliminarYo tambien fui madre joven y mis hijos me desquiciaban a veces, sobre todo de adolescentes. Mi amiga Chefo, sabia entre sabios me dijo: A LOS HIJOS HAY QUE QUERERLOS COMO SON; NO COMO TE GUSTARIA QUE FUERAN.
ResponderEliminarbonito consejo, besos
EliminarPipi, yo ya he renunciado a que sean lo que yo desearía que fueran, básicamente porque les veo bien y más felices que lo que suelo ver por otros sitios, sólo rezo para que la vida no les de muchos bocaditos y que cuándo se los dé , sepan que yo estoy cerca para lamer las heridas.
ResponderEliminarEs bueno.
ResponderEliminarLo mejor de se padre es serlo. A veces no es fácil, pero merece la pena. Saludos.
merece la pena siempre, o al menos según mi experiencia
EliminarPaciencia, joven "padawan".... paciencia...
ResponderEliminarjoio se me han saltado las lagrimas.sabes? es duro ser padres, pero es muy duro ser madre y estar sola educando a tu hijo.Su padre vive lejos y solo se dedica a comprarle regalos, ni cuando esta con el cumple las minimas reglas, como el dice para unos dias que le ve no va a castigarle.Imagina siempre siendo la mala, la que le castiga, la que le regaña, le prohibe hacer lo que le gusta y le obliga a hacer cosas que no. Pero aun así, tienes razón y tu escrito cala. Mi obligación es educarle y enseñarle aunque a veces me odie por ello.yo se que es pasajero y me quiere. Pero esto me ha hecho pensar mucho en esas veces que podria ser mas tolerante.Gracias
ResponderEliminarlo cierto es que muy dificil todo. un besazo
EliminarMuy buena historia, es una lección muy buena.
ResponderEliminarsi que lo es, por lo menos para mi, lo reconozco. un abrazo
EliminarSer padre no es fácil, como dicen los chicos no vienen con manual y, lamento tener que informarte que los tropiezos no mejoran con el tiempo, a veces empeoran. Por eso trata de disfrutar a full la infancia que ahora esta en tus manos.
ResponderEliminarCariños
Como siempre tan cariñosa y maja, Mirta, muchisimas gracias por estar allí siempre besitos
EliminarSencillamente marvilloso. No se me saltaron las lágrimas, lloré a moco tendido.
ResponderEliminarAy, me dio sentimiento. Creo que se lo pasaré a una amiga que tiene niños pequeños que la vuelven loca, pero ella los adora.
ResponderEliminarnos vuelven locos a todos jiji
Eliminar¡Que bonito! Nos desesperamos porque vamos corriendo a todas partes en lugar de ir despacio disfrutando de las cosas pequeñas, y de nuestros pequeños que se hacen mayores y luego...
ResponderEliminary rápido que se hacen mayores.
Eliminar